lunes, 30 de enero de 2012

TRIPLE CAMBIO DE PLANES, E IDEOLOGÍA



A medida que pasan los días el giro del Gobierno respecto a lo que defendió, prometió y planteó desde la oposición, campaña electoral e incluso debate de investidura parece más claro. No es éste un Gobierno que transmita una idea clara acerca de cómo quiere retornar al crecimiento, sin duda la principal prioridad económica en este momento, y por mucho tiempo a tenor de las escalofriantes previsiones de los últimos días. Es evidente que al Gobierno le cuesta todavía reconocer la profundidad de la crisis española que hunde sus raíces en las décadas de alegría inmobiliaria, y que combatir los déficit públicos, aunque sea imprescindible, no es sino arremeter contra una consecuencia de la crisis y no contra su origen. Una actitud que, además, compromete gravemente las posibilidades de crecimiento y retrasa la recuperación.

Dos semanas tardó el Gobierno en reventar su promesa de no subir impuestos, cuatro ha tardado en reconocer que el calendario de consolidación de las cuentas públicas españolas pactado con el resto de socios en la UE es misión imposible y que habrá que renegociarlo, y me atrevo a pronosticar que tardará no menos de dos o tres más en aplaudir iniciativas que contribuyan a incentivar el crecimiento económico y la creación de empleo para compensar el brutal efecto que el ajuste fiscal está teniendo sobre la economía europea. Tres grandes rectificaciones sobre los tres ejes que Mariano Rajoy rechazó y negó durante la campaña e incluso en el debate con el candidato del PSOE. No sirve, además, justificar el cambio en el ritmo de consolidación de las cuentas en las nuevas malísimas previsiones de crecimiento porque hasta hace dos semanas el partido del Gobierno, el PP, predicaba esa austeridad expansionista que nunca nadie ha sido capaz de verificar empíricamente en economía alguna. Todo el mundo sabe ya que realmente no se creían lo que presentaban como sus intenciones, conscientes, deberían serlo desde su contrastado conocimiento, de la estrecha relación que existe entre crecimiento e ingresos, y secretamente sabedores de que la austeridad expansionista es un misterio como otros de su gusto.

Así que la nueva agenda pseudo-socialdemócrata del PP, digo pseudo porque distribuye injustamente la carga fiscal y amenaza con redistribuir cada vez menos, va cobrando forma. Mala cosa. El Gobierno no ha comenzado todavía a amagar de verdad sobre sus intenciones de fondo respecto al modelo de bienestar. Lo hará. Su escaso compromiso todavía escondido con las políticas que garantizan la igualdad de oportunidades acabará emergiendo como buen gobierno de derechas, como bien nos recuerdan algunas de sus antenas más activas como son los ejecutivos de Castilla la Mancha o Madrid.

Creo que sin embargo este Gobierno va a llegar tarde. Por mucho que se esfuerce no va a ser capaz de tumbar los mecanismos que la sociedad
española ha construido en estos 30 años de democracia para garantizar unos mínimos de igualdad como ya intentó José María Aznar con aquella frustrada segunda transición. Lo harán si pueden, a pesar de estemos tan lejos todavía de sociedades más igualitarias como las escandinavas, los Países Bajos o la propia Alemania –la igualdad es un factor de competitividad-, en una foto preocupante en la que buena culpa de nuestra situación se debe a altísimo desempleo. El tándem Montoro-Guindos va a llegar tarde porque Europa ya está de vuelta, comienza a reaccionar, y aunque todavía sea sólo un reflejo tímido, veremos qué ocurre en las próximas elecciones en Francia o Alemania, ya se adivina también en las propuestas de Merkel y Sarkozy que cada vez asumen más principios y medidas de la socialdemocracia europea. Recordemos las propuestas que defendió Alfredo Peréz Rubalcaba en la campaña –nuevos impuestos pero otros, renegociación calendario ajuste fiscal, incentivos crecimiento, otra Europa, ayudas contratación jóvenes…-, y austeridad –el 50 por 100 del gasto público no es redistributivo y si no que se lo pregunten a los ciudadanos valencianos-.

En este contexto hemos ido conociendo otras propuestas políticas del Gobierno. Muchos tememos que para compensar el insostenible discurso económico de los últimos años en plena crisis europea, y una realidad en la que el recurso a la herencia recibida no cuela, este Gobierno deba calmar a sus más voraces seguidores con ideología de la buena. Así se entendería el retroceso en derechos de 30 años para las mujeres y de dos siglos en derecho penal que ha propuesto el ministro de justicia, dispuesto también a apartar la soberanía nacional del control del poder judicial para entregarlo a turbios, afines y muy conservadores intereses corporativos. En otros departamentos como el de interior sus titulares han comenzado a asomar la patita, veremos.

miércoles, 18 de enero de 2012

(Entrevista realizada por "El siglo", número 995, del 16 al 22 de enero de 2012)

Juan Moscoso, portavoz de la candidatura de Alfredo P. Rubalcaba a la Secretaría General del PSOE

“QUEREMOS COMBINAR CAMBIO Y UNIDAD”

Durante la pasada legislatura fue la voz de los socialistas en asuntos europeos en el Congreso de los Diputados. Acaba de renovar su acta en la Cámara Baja, y se ha convertido en uno de los principales portavoces de la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba a la Secretaría General del PSOE. Apuesta por el exvicepresidente del Gobierno ponderando su experiencia y su capacidad de liderazgo.

—Por fin ha resultado inevitable la presentación de dos candidaturas a la Secretaría General del PSOE.
—Bueno, hay dos compañeros que han conseguido los avales, tal y como indican los estatutos. Podía haber sido un candidato, dos o tres. Es importante que haya debate y cierta confrontación de ideas y de proyectos.

—El debate entre los dos que se proponía desde la candidatura de Carme Chacón no se va a celebrar.
—Eso no es así. Nosotros no teníamos ningún problema en celebrar el debate. La dirección del partido es la que establece las normas del juego en el periodo precongresual y es la que ha decidido que no lo hubiera.

—Lo que sí parece claro es que el compromiso de ser neutral del todavía secretario general se está cumpliendo.
—Esa es la impresión que tengo yo.

—¿Por qué ha afirmado Rubalcaba que Chacón no es la solución?
—Ya ha explicado que si él pensara que ella es la solución, la habría apoyado, y no se hubiera presentado. Él, como yo y como muchos otros, hemos llegado al convencimiento de que la persona más capacitada para liderar el partido en esta nueva etapa de oposición, de construcción del mensaje y de reforma del partido es Alfredo Pérez Rubalcaba. Y por muchas razones, hace falta alguien con la solvencia y la credibilidad que él tiene, con su capacidad y su experiencia para dirigir organizar y equipos. No creo que haya una persona más preparada que él para dirigir el partido en estos momentos, y él cree que también es la persona que puede volver a hacer que el PSOE sea un partido ganador, que sea una alternativa real a la derecha en un tiempo razonable.

—Si Chacón no es la solución, estratégicamente, ¿cuál puede serla? ¿Cuál será el sentido de las reformas?
—Es el contenido del discurso y de las ideas que Alfredo está presentando por toda España estos días, y que se está enriqueciendo constantemente con ideas nuevas, con aportaciones de muchísimos militantes. Rubalcaba lo está explicando con mucha claridad. Primero, hace falta realizar una labor de oposición solvente, rigurosa que necesite el país, porque nuestros electores nos exigen una actitud distinta a la que le exigen los electores de derechas a la derecha; y una labor de oposición que sea buena para el partido, para reforzarlo. Hay que defender nuestro espacio político frente a la derecha; somos un partido de mayorías, un partido de gobierno, obligado a ser alternativa de gobierno.

—¿Dónde pueden radicar las diferencias fundamentales entre las dos candidaturas?
—Hay diferencias importantes en cuanto a las personas y los equipos. Alfredo lo ha dicho muchas veces: somos un partido de compañeros, no de adversarios, y compartimos una inmensa mayoría de objetivos, de principios y de ideales. Las diferencias hay que buscarlas, como en todos los liderazgos, en los perfiles de las personas, en la capacidad de liderar, en la experiencia, en la trayectoria y en la capacidad de ilusionar, tanto a los militantes, como a los ciudadanos. Los ciudadanos españoles saben que el único instrumento con el que cuentan como contrapeso a la derecha es el Partido Socialista. Es la única fuerza política de la izquierda que puede gobernar.

—En la candidatura de Carme Chacón creen que es necesario dar un giro a la izquierda. ¿Comparten ese punto de vista?
—Lo que ya comenzamos a hacer como partido, y personalizado por Alfredo durante la campaña electoral era una redefinición de nuestro mensaje, reforzando los elementos socialdemócratas que podían haber quedado desdibujados durante los años de Gobierno. Hay que recordar que en la campaña planteamos que en este momento económico tan difícil había que elevar impuestos, y dijimos cuáles había que elevar, no los que ha aumentado el PP. Entonces dejamos claro que existe una alternativa progresista y de izquierdas a las políticas de la derecha. Más que un giro a la izquierda, hay que recuperar y redefinir el carácter progresista y socialdemócrata de nuestras políticas, porque algunas de las que hicimos durante los años de Gobierno han contribuido a desdibujarnos, la debilitar la voz del partido en todo el territorio.

—¿Habrá una apertura hacia otras izquierdas, al menos durante el periodo de oposición?
—El PSOE siempre ha estado abierto a otras izquierdas; de hecho, durante los años de democracia hemos estado encantados de acoger a muchos compañeros y compañeras que venían de otras fuerzas de la izquierda, y en pactar con otros partidos de izquierda allí donde la suma con ellos permitía contraponer y parar a la derecha. Son otras fuerzas de izquierda las que no están dispuestas a hacerlo, como ha quedado demostrado en los últimos tiempos en Extremadura.
Y a escala europea, también. En el documento que hemos presentado, hacemos una apuesta clara por reforzar la presencia del PSOE en el Partido Socialista Europeo, por convertir a éste en un auténtico partido, con autoridad, con capacidad decisoria. Es en Europa donde la izquierda debe tomar decisiones de manera conjunta.

—El momento clave del declive del PSOE pudo estar en las políticas de ajuste aplicadas a partir de mayo de 2010. ¿Era posible haberlo hecho de otro modo?
—Ese es un debate importante; el debate de la autocrítica, de lo que se podía haber hecho y no se hizo, pero no es el debate que deba canalizar todo ahora. Lo importante es que entregamos el país al nuevo Gobierno elegido por los ciudadanos en una situación cualitativamente mucho mejor que otros países de nuestro entorno, como Grecia, Italia o Portugal, donde hubo intervención, y conseguimos acometer esta crisis de manera justa y sin retroceder en las políticas sociales y de bienestar. Ahora que llevamos un mes de Gobierno de la derecha, empezamos a ver que muchas cosas que el Ejecutivo anterior hizo, eran las razonables. Ese debate sobre lo que hicimos y lo que podíamos haber hecho es lo que nos ha llevado a la reflexión –y así lo incluimos en nuestros documentos– no solamente con la necesidad de que nuestras políticas estén más vinculadas con los principios progresistas que nos movilizan, sino también con la necesidad de contar con una verdadera plataforma europea; muchos de los problemas que vivimos en 2010 fueron resultado de la debilidad de los partidos progresistas en Europa –porque había muy pocos gobernando–, y también de la insuficiente coordinación. Hay que afrontar errores, pero no se trata de refundarnos, sino de reforzarnos y adaptarnos.

—¿Habrá unidad e integración de equipos, gane quien gane en el Congreso?
—Coincido con Alfredo en que haya unidad. Hemos vivido muchos congresos, pero dos han sido históricos: por un lado, el 28º bis, cuando Felipe González cambió el partido y lo convirtió en una fuerza alternativa de gobierno, en un partido creíble para los ciudadanos, como formación capaz, desde las instituciones –el único lugar desde el que se puede hacer–, de transformar la sociedad; y luego, el 35º Congreso, en el que ganó Zapatero, frente a otros tres candidatos, y que fue un congreso de unidad. Todo el partido se sintió identificado, y participó de manera intensa y activa en el nuevo proyecto que nos llevó al Gobierno y a un periodo de muchos éxitos políticos. Rubalcaba quiere, queremos combinar cambio y unidad.

—Planteaba la posible integración porque inmediatamente después del Congreso vienen
las elecciones en Andalucía.
—El partido tiene por delante varios retos. Unos urgentes, que son adaptar el discurso y reformar la estructura del partido para volver a ser alternativa de gobierno, y luego hay dos asuntos inmediatos: la lucha contra la crisis, ser una fuerza que contribuya a salir de la crisis de manera constructiva desde la oposición –no como hizo la derecha- y, por supuesto, Andalucía. Andalucía es fundamental por muchas razones; tenemos que mantener el gobierno; se ha convertido en un referente. El Gobierno de José Antonio Griñán está demostrando que existen diferentes maneras de abordar la crisis. El Gobierno andaluz no está recortando en políticas sociales, bienestar, dependencia, e incluso está reforzando Innovación e Investigación para apostar por un futuro distinto. Seguir gobernando Andalucía es fundamental para los ciudadanos de esa comunidad y para toda España, como referente de la alternativa viva que existe al Gobierno de la derecha.

martes, 17 de enero de 2012

Falsas percepciones.

Camino del primer mes de Gobierno, el poco trecho recorrido en 2012 ofrece un panorama inesperado, el de un Ejecutivo empeñado en transmitir una imagen diferente de la real, de lo que ya ha hecho y opuesta a la que pretendía ser y había anunciado durante el debate de investidura. En esta trampa de falsas percepciones, no sólo ha caído el Gobierno, sino también buena parte del coro mediático que lo acompaña, rompiendo en este corto trecho cualquier esquema objetivo previo.

¿Y si hubiera sido al revés?
Me pregunto qué habrían escrito muchos si el anterior Gabinete hubiera subido siete puntos el marginal del IRPF, concentrado la mayor subida fiscal de la democracia en las clases medias y en las rentas del trabajo, o adoptado un esquema de subida del IBI que elevará la contribución de los pisos relativamente más caros de los pueblos pobres y bajará las de los menos ricos de las localidades más prósperas de España. Seguro que grandes barbaridades, no menos sonrojantes que las loas y portadas sensacionalistas que hemos visto a tenor de la evolución del diferencial de la deuda española, la prima de riesgo, gracias a que por fin el BCE parece haber comenzado a hacer lo que debe.
La pregunta es por qué el BCE no lo hizo antes como pedíamos tantos, antes para así permitir ver la luz al final del largo túnel de la crisis de liquidez y apalancamiento, permitiendo que la banca se aleje del riesgo de quiebra y de paso permitiendo una pausa a la deuda soberana. La inyección de liquidez del BCE ha disparado la demanda en la subastas de deuda de los Tesoros español e italiano, entre otros, con repercusión clara en las primas de riesgo.

Promesa incumplida.
Es verdad que no recuerdo un cambio más drástico que el protagonizado por este Gobierno. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, lo explicó el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados rescatando de Wikipedia un supuesto discurso socialdemócrata de progresividad y equidad bañado en la recuperación del mito de la herencia recibida. No nos convenció porque no explicó qué sucedió entre la investidura del día 20 de diciembre y el Consejo de Ministros del 30 para hacer añicos el único compromiso claro del nuevo equipo, no elevar impuestos, repetido sin excepción hasta la extenuación por todo el PP durante años, desde Mariano Rajoy hasta el último militante.
Merece la pena también recordar lo que se dijo en mayo de 2010, cuando el Gobierno socialista, en unas condiciones muy distintas a las vigentes, cuando concurrió a las elecciones en 2008 y redactó su programa, tuvo que asumir un cambio radical en su agenda de Gobierno y emprendió un camino que acabó el día 20 de noviembre, el mismo en el que el PP ganó con una promesa clara para una realidad que, al contrario de lo que le sucedió al PSOE tras dos años, no ha cambiado en 10 días. Es la misma realidad, no nos engañen.
Hemos sabido también que la principal razón del ajuste fiscal encajado por la clase media, funcionarios y pensionistas ha sido la desviación del déficit de las CCAA, y lo ha sido en la semana en la que la Comunidad Valenciana ha sido en la práctica intervenida mientras otras, como por ejemplo Galicia, emiten señales más que preocupantes. La última rebaja de calificación de la deuda de algunas de ellas así lo corrobora, respaldada según la agencias por esos mismos datos que el Ejecutivo del mismo partido que las gobierna decía desconocer.

Perjudiucan a las clases medias.
Quizá el Gobierno, como Standard & Poor's, ha medido mal los tiempos. La rebaja general de las notas de S&P en Europa se produce cuando la acción del BCE parecía indicar una evolución de la deuda soberana en sentido contrario. Por ello, podría ser inoportuna y llegar tarde. El discurso del Gabinete español sobre la herencia resulta también no menos inoportuno, por poco creíble, tras todo lo que se dijo sobre la transmisión de poderes.
No desgranó Montoro en el Congreso las razones económicas que explicaban el conjunto del paquete de medidas aprobadas -es verdad que ése no es su Departamento-, procíclicas en las puertas de un nuevo periodo de recesión, injustas porque van a exprimir las rentas de la ya muy vapuleada clase media -los asalariados-, y preocupantemente mal orientadas respecto al modelo de crecimiento porque transmiten el mensaje de que el recorte en futuro -la I+D+i- se va a ver compensado con un regreso al pasado, al de otra herencia recibida tiempo atrás pero ésta de verdad, de carácter estructural y recibida por todos, la de la siniestra desgravación fiscal por adquisición de vivienda, injustificable aunque a muchos nos vaya a aliviar la liquidación del IRPF.
Al menos el PP ha llegado al discurso del reconocimiento de que la crisis existe -que se lo pregunten a Sarkozy tras lo de S&P-, lo cual pone en evidencia más si cabe las medidas adoptadas. La llamada austeridad expansionista que predicó Mariano Rajoy hasta el Consejo de Ministros del 30 de diciembre es un artificio de marketing construido por los think tanks conservadores, un viaje a ninguna parte al que este Gobierno llega mal y tarde. Mal porque no lo practica, porque sus medidas disfrazadas de fiscalidad socialdemócrata no son tales, porque todos sabemos bien que no hay nadie en los tramos más altos del IRPF y sí en los intermedios, en los que colectivos como los funcionarios o los pensionistas encajan varias medidas. Ambos grupos pierden poder adquisitivo tras la congelación de los salarios de los funcionarios y la subida por debajo de la inflación de las pensiones, combinadas con la elevación del IRPF, la subida del IBI, y el impacto de medidas destinadas a esas familias que reivindica pero no defiende el PP como la eliminación de ayudas previstas para los dependientes o la renta de emancipación para los jóvenes.

¿Quienes salen indemnes?
La subida de las pensiones va a costar 1.000 millones de euros para un colectivo que pagará 1.300 millones más con esta reforma del IRPF. Al menos, el PP ha entrado en el escenario que le planteamos desde el PSOE en los últimos años y en la campaña electoral, el de las subidas fiscales, pero nosotros proponíamos subir otros impuestos. Una pregunta: ¿va a elevar algún día el PP la fiscalidad de los profesionales que han migrado a la tributación por sociedades? Hay opulentos grupos sociales que salen indemnes de esta reforma.
Y llega tarde, porque la rebaja de calificación de la deuda de nueve países europeos -Francia pierde la triple A-, muestra el límite de la estrategia de austeridad sin incentivos al crecimiento. Por todo ello, menos imagen y más rigor en las explicaciones, porque rompiendo promesas y sin crecimiento no habrá recuperación de la confianza ni, por supuesto, del empleo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Declaraciones tras la comisión mixta para la unión europea.


EL GRUPO SOCIALISTA DENUNCIA QUE EL PP “ROMPE LA TRADICIÓN DEMOCRÁTICA” SOBRE LA PRESIDENCIA DE LA COMISIÓN DE LA UE

·      Por primera vez en la democracia, la comisión mixta para la Unión Europea no la presidirá el principal grupo de la oposición
·      Moscoso del Prado acusa al Gobierno de “mentir” y “engañar” porque conocía la cifra del déficit antes del 20N
El portavoz socialista en la comisión mixta para la Unión Europea, Juan Moscoso del Prado, ha denunciado hoy que el PP “ha roto la tradición democrática” del Congreso por la cual el principal partido de la oposición siempre ha presidido la Comisión Mixta para la Unión Europea, que ahora pasará a dirigir un miembro del Grupo Popular.
“Hoy hemos conocido que por primera vez en la historia de la democracia y desde que existe la comisión mixta para la Unión Europea, no va a ser presidida por un miembro del principal grupo de la oposición”, ha lamentado.

En su opinión, supone un “paso equivocado” en aras a la búsqueda de consensos y de debatir con profundidad y lealtad en el ámbito europeo, donde se va a decidir gran parte del futuro económico y social para los próximos años.

El diputado socialista considera que el PP, “a sabiendas de que va a haber mucho debate en el ámbito de la UE, prefiere romper por primera vez en la democracia esta norma no escrita, pero que es una tradición democrática muy importante y que el Grupo Socialista siempre ha respetado”.

Esta comisión siempre ha sido presidida por la oposición. Primero por Marcelino Oreja e Isabel Tocino durante el Gobierno del PSOE, por Pedro Soilbes y Josep Borrell durante la etapa del PP, y en las dos recientes legislaturas socialistas por Ana Palacio, Carlos Aragonés y finalmente, Arias Cañete.

Debate medidas déficit

Por otro lado, el diputado socialista ha acusado al Gobierno de “mentir” y “engañar” al decir que desconocía la difra del déficit “cuando la desviación se ha producido de manera clara por el incumplimiento de las comunidades autónomas de sus objetivos, que están gobernadas por el PP, por lo que su situación era de claro conocimiento por el Gobierno, incluso antes de las elecciones generales”.

Además, ha criticado que Montoro “no haya respondido por dos veces a las preguntas que le ha formulado hoy el portavoz socialista, José Antonio Alonso, sobre si el Gobierno tiene previsto recortar o reducir gastos en materia social y prestaciones en los futuros recortes que prepara y que pretende presentar después de las elecciones andaluzas”.

lunes, 9 de enero de 2012

10 argumentos para la participación y la colaboración en red...

La participación y la colaboración a través de la red es la clave para la apertura del PSOE. De ahí la propuesta que lanzamos desde la candidatura de Rubalcaba a la Secretaría General para crear la “Agrupación 2.0”. Y muestra de lo que puede significar para nuestro partido, y también para la sociedad española “en general”, es el trabajo que se ha llevado a cabo en Facebook, entre mucha  gente en la red, más de 100 personas, para  argumentar las 10 razones más potentes para defender la necesidad de la  “Agrupación 2.0”. Y el resultado definitivo lo tenemos ya, para defender esta propuesta de cara al 38 Congreso y conseguir que nuestro partido cambie, mejore, se abra a los militantes y simpatizantes, a la sociedad. Adjunto os dejo el documento. 


 A escasas semanas de la celebración del 38 congreso del PSOE, que sin duda será determinante para iniciar un profundo cambio en el modelo de participación, representación y apertura a la sociedad de un partido con una larga historia y unos valores universales, pero que tiene la necesidad de adaptar su mensaje, ideario y estructura a una realidad cambiante y compleja. El PSOE poco ha evolucionado organizativamente desde su 28 congreso, y un grupo de militantes y simpatizantes socialistas, reunidos en torno a la red y trabajando en este documento de forma abierta y colaborativa, queremos proponer a l@s delegados y delegadas a este congreso que asuman la constitución de una agrupación 2.0 que convierta en estatutario en el partido lo que ya es real en nuestro país, es decir, la participación de miles de militantes y ciudadanos en política a través de internet y las redes sociales. Muchos somos los Militantes y simpatizantes del PSOE que llevamos años debatiendo, promocionando e impulsando iniciativas y foros sobre la cibermilitancia y las nuevas formas de participación como uno de los instrumentos para conectar la vida política e institucional con la sociedad y sus actores más dinámicos y creativos, y aunque se han hecho avances en este sentido, es necesario que se dé un paso firme para avanzar en este camino hacia un socialismo más abierto, participativo y global gracias a las posibilidades que nos ofrecen las TICs e internet en una sociedad cada vez mas global. La Web 2.0 y las redes sociales, han facilitado otras formas de participación, impensables hace solo unos pocos años. En este contexto surge la cibermilitancia., que no es otra cosa que la forma que tiene el militante o simpatizante de contribuir al cumplimiento de los valores, ideales y objetivos del partido a través de las herramientas que nos facilita la Web 2.0. Militancia activa y comprometida que se desarrolla en Internet, pero militancia socialista. Por ello, y por un lado, creemos que esa cibermilitancia debe tener los mismos derechos y deberes que la desarrollada “off-line”, ya que en los tiempos actuales es tan importante como cualquier otra forma de militancia activa. Máxime ante la creciente relevancia de la red en la formación de la opinión pública de los ciudadanos. Quienes quieran intervenir en internet en favor de las propuestas del PSOE deben tener abierta la puerta de comprometerse en la gestión del Partido al igual que el militante “tradicional”... Los cibermilitantes deben tener derecho no sólo a sugerir a través de internet sino también a participar en el debate y aprobación sus propuestas programáticas así como en la elección de las personas a las que se confía su desarrollo. Y por otro lado debe conciliarse la existencia de ambos tipos de militancia, la virtual y la encuadrada en la estructura territorial del Partido basada en las Agrupaciones Locales, posibilitándose a la cibermilitancia tanto mantener su afiliación a éstas, como poder mantener su vinculación al Partido sólo como cibermilitantes: compatibilidad sin obligatoriedad. No podemos abrir una vía de debilitamiento de la estructura básica del Partido, y por otra parte, sin su perjuicio pero sí complementándolo, debemos flexibilizar las formas de implicación Es más, la posibilidad de mantener una estructura en el ámbito de la red, abierta y participativa, permitirá un acercamiento inicial a los simpatizantes más activos de la red, con el fin de incorporarlos a la dinámica de debate, reflexión y análisis de la realidad política y social, en el seno del partido; sin necesidad de tener el vínculo físico con las agrupaciones tradicionales, que en muchas ocasiones impide la participación activa de miles de personas que comparten nuestro ideario, por las barreras de cristal que aún existen y no hemos sabido romper. Por no hablar de aquellos militantes que por razones de horarios profesionales y familiares no pueden incorporarse plenamente a las dinámicas políticas de la organización. Nos encontramos en un momento crucial para el Partido. Un momento donde debemos dar pasos decididos y firmes para convertir al PSOE en un partido del Siglo XXI, comprometido con los ciudadanos, abierto a la sociedad, que facilite la incorporacion de nuevos militantes y que facilite el debate, la reflexion y la participacion interna en la toma de decisiones. Por ello, queremos aportar a todos los militantes y simpatizantes del PSOE, 10 argumentos-ideas que refuercen la creación de esta “agrupación 2.0” en el próximo congreso federal:

1.- La agrupación 2.0 dará carta de naturaleza a una realidad incuestionable, Internet está cambiando la forma de hacer política en todo el mundo, la red ha supuesto un terremoto cuyas manifestaciones se están viendo desde la primavera árabe, pasando por el #15M español o las movilizaciones de estudiantes en Chile. Los socialistas no podemos quedarnos al margen, encerrados en nuestras agrupaciones, y esperando a que estos nuevos movimientos sociales llamen a nuestra puerta, debemos tener la valentía de salir al exterior y plantear plataformas de diálogo. Y ese diálogo se da mayoritariamente en internet.
2.- Articular nuevas formas de participación supone poder impregnar el PSOE de nuevas ideas y debates enriquecidos por la inteligencia colectiva, y actualizar los valores del Partido a la filosofía 2.0 llevándolo a ser un Partido de la ciudadanía del siglo XXI. El PSOE tiene que incorporar a la gente como parte de su infraestructura tecnológica. El músculo político de los partidos lo constituyen sus militantes y simpatizantes que ejercen de “embajadores de la marca”, pero para ello tiene que volver a generar compromiso (engagement) entre los sectores más dinámicos y creativos de la sociedad para que ejerzan de “influencers”. Y para ello la jerarquía constituye más un problema que una solución. Hoy el paradigma de la nueva sociedad es la red, y el PSOE tiene que aprender a configurarse también como una red inteligente en el que cada unos de sus militantes y simpatizantes sientan que tienen la oportunidad de participar, contribuir y decidir.
3.- La nueva realidad de los movimientos sociales existentes, hace que sea importante asumir nuevos conceptos de ACTIVISMO CIUDADANO. Además de grandes causas, existen causas menos trascendentes pero no por ello menos importantes. Y el modo de participar en ellas hace que la organización asuma la cultura de la colaboración, participación y organización en red, si no quedará al margen.
4.- Esta agrupación 2.0 es totalmente compatible con la digitilización que se está llevando a cabo durante los últimos años tanto a nivel local, como provincial y regional, cuyo objetivo final es propiciar su presencia en la red y conseguir una total integración de la estructura formal del partido, mediante un correcto uso de las principales herramientas web 2.0 y la puesta en práctica de una escucha activa de los militantes y la ciudadanía.
5.- Por su universalidad, accesibilidad, inmediatez y economía. Creemos que estas cuatro palabras son el nexo de unión para conectar eficazmente tanto a militantes como a simpatizantes socialistas con el Partido.
6.- La Agrupación Socialista 2.0 es una clara apuesta por el conocimiento abierto y la gestión política base a redes distribuidas y no jerarquizadas que fomentará el intercambio de ideas y debates de forma transversal, que supera los ámbitos territoriales y formales de nuestra histórica estructura. No es una alternativa al sistema territorial, totalmente necesario, sino el complemento ideal para desarrollar nuevas sinergias y nuevos espacios de cooperación, de asociación y de gestión de proyectos en el ámbito del PSOE, de forma colaborativa.
7.- La gestión de un espacio político propio en el seno de la organización en el ámbito digital, estructurado e integrado en la misma, permitirá mostrar el camino a seguir a toda la militancia en el terreno del 2.0; y especialmente a nuestros cargos orgánicos e institucionales, en la gestión de sus perfiles digitales. No se trata de herramientas 2.0, sino de mostrar la estrategia y filosofía de la comunicación 2.0, en el desarrollo de la acción política en red.
8.- La Agrupación 2.0 es un excelente instrumento de comunicación a nivel internacional dentro de la familia del Partido de los Socialistas Europeos y de la Internacional Socialista, para construir una nueva socialdemocracia a nivel global, y especialmente a nivel europeo, ayudando a construir con el PES un espacio colaborativo digital para establecer un debate transnacional de todos los militantes europeos que quieran participar en él. El PSOE tiene la oportunidad de liderar un proyecto de este nivel que contribuya a ese diálogo de regeneración ideológico.
9.- La posibilidad real de conexión en el ámbito 2.0 sin importar fronteras, ni barreras culturales, puede ser un elemento definitorio, para que los socialistas españoles impulsemos la construcción de una ciudadanía europea, desde una perspectiva socialdemócrata, toda vez que en 2012 se desplegará la posibilidad de que la voz de los ciudadanos europeos se haga oír en la Comisión y en el Europarlamento, gracias a la Iniciativa Ciudadana Europea. Tenemos la oportunidad de vertebrar desde el 2.0 grandes plataformas paneuropeas en conexión con el PES, toda vez que el PE está dominado por el PPE.
10.- Esta agrupación se debe constituir como símbolo de la apuesta inequívoca del PSOE por el Gobierno Abierto, es decir, la apertura hacia un nuevo modelo político en el que primen los valores de la transparencia, la participación y la colaboración. No es posible promocionar los valores, prácticas y políticas del gobierno abierto sin practicarlo en el seno del partido. Como en tantos órdenes de la política, necesitamos ejemplaridad pública y ejemplaridad partidaria.  
Entrevista aparecida en el diario “El siglo de Europa”, Publicada el 26 de diciembre de 2011.


UNA NUEVA EUROPA

Juan Moscoso del Prado

Diputado a Cortes por Navarra (PSOE)
y Doctor en CC. Económicas



Qué está pasando en Europa?
—Que no tenemos instrumentos capaces de combatir la crisis global que estamos padeciendo. Estamos yendo a remolque de los acontecimientos, y la actitud de Alemania, sobre todo, y de algunos otros, trata de posponer decisiones que se deberían haber adoptado, no hace meses, sino incluso años.
—Algunas empresas ya están realizando simulaciones sobre un escenario de una eventual salida de la moneda única por parte de varios países. ¿Se contempla esa posibilidad?
—Creo que políticamente sería inasumible, y económicamente provocaría un daño irreversible del que tardaríamos décadas en salir. Lo que ocurre es que está faltando mucha voluntad política para enfocar y acometer el verdadero origen de la crisis, y eso nos está llevando a una situación muy complicada.
—Pues, ¿cuál es el verdadero origen de la crisis? Los ciudadanos se preguntan por qué han de pagarla ellos.
—El origen de la crisis es doble. Por un lado, la crisis financiera que paró bruscamente la economía europea y mundial, que es una crisis provocada por 30 años de desregulación financiera, inspirada en la ideología neoliberal. Ese parón brusco se ha visto agudizado en Europa al poner en evidencia que el modelo productivo, la capacidad de competir de la UE estaba menos desarrollada de lo que creíamos.
Y esto ha coincidido con la emergencia definitiva de países muy competitivos, como India, China o Brasil, y eso ha hecho que superado el shock de la crisis financiera, nuestra economía productiva ha sido incapaz de salir adelante. Si a esto sumamos elementos adicionales, como una política contracíclica brutal, que ha enfriado aún más la actividad económica por la austeridad que se está aplicando, y en España, el efecto del estallido de la burbuja inmobiliaria -que ha provocado que hayamos perdido dos décadas abonando un sector que era insostenible- ha detraído recursos de otros sectores, ha provocado que nuestro mejor capital humano se haya formado en actividades sin futuro y, finalmente, una destrucción de empleo y de tejido industrial de la que vamos a tardar mucho en salir.
—Viendo la aplicación de los recortes sociales, muchos analistas advierten de que, en realidad esto no es una cuestión económica, sino, más bien, ideológica.
—Para tener un Estado del bienestar sano y consolidado, debemos mantener una capacidad de riqueza importante. Pero para generar riqueza -que es lo que tenemos que hacer ahora- no hace falta desmantelar el Estado de bienestar. Lo que ocurre es que, al no tener instrumentos que nos permitan combatir a escala europea o global los embates de los mercados financieros, la única manera que existe para evitar que la deuda soberana colapse es reducir los canales por los que se genera la deuda. Cuando la economía no funciona, y tienes obligaciones, la única forma de sostener la deuda es transmitir a los mercados la sensación de que esa deuda no va a crecer porque estás reduciendo tus obligaciones de pago. Pero claro, esto es suicida en términos sociales, y creo que también es suicida en términos de mejora de la productividad. No creo que Europa sea capaz de ganar la batalla de la competitividad frente al mundo emergente si no lo hace manteniendo el Estado de bienestar. Claro que es ideológico; hay dos modelos de sociedad occidentales muy exitosos. Nadie diría que Estados Unidos no es un modelo de éxito, pero es un modelo de éxito en lo económico que, sin embargo, lo ha hecho sobre unos cimientos sociales muy diferentes a como se ha construido Europa. Lo ha hecho apoyado en la desigualdad, en la mala distribución de la renta, en las diferencias abismales entre ricos y pobres, mientras que Europa ha sido -hasta esta crisis- la otra gran referencia económica global (y algunas naciones europeas lo siguen siendo, sobre todo las nórdicas), y lo ha hecho con un modelo social muy distinto. La opción entre el modelo estadounidense y el modelo del bienestar europeo es una elección ideológica. No hay nada económico ni científico que explique que un modelo sea más exitoso que el otro a la hora de crear riqueza.
—Al principio hacía referencia al papel de Alemania -ahora lo acabamos de 'comprender' con mayor nitidez-. ¿Podría describirlo en términos esquemáticos?
—Por razones domésticas alemanas, allí se ha consolidado idea -creo que equivocada- de que el contribuyente alemán es el que se está haciendo cargo de los supuestos excesos cometidos por el resto de ciudadanos de países con los que se comparte la moneda única. Eso forma parte de la idiosincrasia alemana y de su memoria histórica respecto de lo que ocurrió en el periodo de entreguerras, la hiperinflación de entonces y el hundimiento de su economía en repetidas ocasiones. Alemania es incapaz de reconocer los beneficios del euro, no reconoce el esfuerzo que hizo Europa por ellos cuando se reunificó, que implicó una acumulación de recursos y de ayudas de todos los socios. El Gobierno de Angela Merkel no ha sido capaz de explicar a sus ciudadanos las grandes ventajas que han obtenido a través del euro por la vía de inundar Europa de exportaciones alemanas, y tampoco
son capaces de reconocer que el país que ha violado más veces las normas de estabilidad financiera desde que se creó el euro ha sido la propia Alemania. Tampoco reconocen que España tenía superávit presupuestario en 2006, 2007 y 2008 y una deuda acumulada muy inferior a la suya. Pero por razones estrictamente domésticas, se han negado a asumir que hacía falta poner en marcha instrumentos nuevos -la emisión de eurobonos con garantía común, la creación de un Tesoro Europeo, la dinamización del papel del Banco Central Europeo en la compra de deuda, como hace la Reserva Federal de Estados Unidos-. Creen que eso equivale a un 'perdón' a la deuda y que, en cierto modo, hay que 'castigar' al incumplidor. Creo que se han equivocado completamente; con su actitud, además, de buscar acuerdos únicamente con Francia (con todas esas reuniones con que nos han 'deleitado' Sarkozy y Merkel) han dañado gravemente el proyecto europeo.
—El papel de Francia resulta un tanto seguidista, ¿no?
—Creo que el papel de Francia es más coherente. La Europa que hemos construido en
estos años pasa por la piedra angular del entendimiento profundo entre Francia y Alemania. Me atrevería a decir que Francia, al acompañar a Alemania en este momento tan complicado para Europa, aunque también estén dejando de lado a las instituciones comunitarias y no estén siendo muy leales al espíritu de los tratados, creo que, sin embargo, al no dejar sola a Alemania, esto será bueno parta Europa a medio y largo plazo, porque esa sincronía entre ellos es fundamental para que Europa aguante.
—¿Vamos a ir a las dos velocidades?
—Creo que, en cierto modo ya lo estábamos. La pregunta más complicada sería si realmente estamos abocados a la aparición de una nueva superestructura intergubernamental entre los países del euro, que eclipse las políticas resultado de la integración pura -La
"Alemania no reconoce el esfuerzo que hizo Europa por ella cuando se reunificó”
Comisión Europea y, sobre todo, el papel del Parlamento-. Es preocupante que en esta crisis, en la que estamos demandando más Europa, y los ciudadanos están en la calle exigiendo más participación, más transparencia, nada indica que se den movimientos en ese sentido. El peligro es ese.
—¿Cuál sería su valoración de la última Cumbre de la UE?
—Los resultados los hemos valorado como positivos, pero insuficientes. Insuficientes porque la Cumbre ha alcanzado un gran acuerdo para asegurar la estabilidad fiscal y, en consecuencia, estabilizar los mercados de deuda, pero olvida totalmente poner en marcha políticas que sean capaces de incentivar y animar la recuperación económica. De hecho, tanto el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), como el Partido Socialista Francés (PSF), y el propio PSOE, lo hemos cuestionado. El SPD ha pedido un nuevo plan europeo de política industrial, ha propuesto -como nosotros- financiar políticas de empleo con una tasa sobre las transacciones financieras, y el PSF ha pedido la puesta en marcha de lo que ha denominado 'federalismo de proyectos', que implica inversiones europeas capaces de reactivar la economía. Otra de las carencias de la cumbre es que no se ha puesto en marcha ningún sistema de solidaridad, de mutualización de la deuda. También el SPD y el PSF han propuesto esta medida. Tampoco se ha avanzado en el papel del BCE. Ahora está interviniendo desde un limbo legal interviniendo en el mercado de deuda. Merkel se niega a reformar sus estatutos para que pueda llevar a cabo más actuaciones legalmente, pero no ve con malos ojos que intervenga para estabilizar. Es una hipocresía; se podría reformar tranquilamente para permitir que se ocupase de la estabilidad y no solo de controlar la inflación. La actitud británica ha sido penosa. Reino Unido ha cometido un error abandonando una senda por la que llevaba transcurriendo 40 años, y va a ser difícil convivir con ellos en el mercado único, si no han podido asumir estándares comunes de regulación del sistema financiero. Habría que recordar que quebraron casi todos sus bancos comerciales.
—Reino Unido, efectivamente, se queda fuera.
—Al negociar ahora el acuerdo a 26, se romperá el método comunitario y se reforzará indirectamente el directorio Merkel-Sarkozy.

domingo, 8 de enero de 2012

Tribuna diario ABC publicada el 8 de Enero de 2012

MENTIRAS ARRIESGADAS

Juan Moscoso del Prado

Diputado a Cortes por Navarra (PSOE)
 y Doctor en CC. Económicas

No existe registro en nuestra todavía corta historia democrática de un giro mayor que el protagonizado por el Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Han bastado 10 días, los transcurrido entre la investidura y el Consejo de Ministros del 30 de diciembre para romper la principal promesa del nuevo Gobierno, no subir impuestos, repetida, explicada y justificada mil veces durante los últimos años por todos los miembros del PP sin excepción, debate de investidura incluido. Así las cosas, el giro que realizó el Gobierno socialista en mayo de 2010 sabe a poco porque aquél tuvo lugar dos años después de las elecciones de 2008 en un contexto económico que nada tenía que ver con el del comienzo de aquella legislatura. Porque, tras esa transmisión modélica de poderes, transparente y efectiva, tras haber compartido PP y PSOE durante meses toda la información macroeconómica y contable existente, tras haber pactado el Consejo Europeo de diciembre, ¿cómo se explica que el principal argumento del discurso de Mariano Rajoy el 19 de diciembre, no subir impuestos, se haya convertido en la mayor subida fiscal de nuestra historia democrática una semana después? ¿Qué queda de ese discurso de investidura, de las promesas electorales, a qué debemos atenernos ahora? El único rédito que puede obtener el gobierno de esta gigantesca mentira escenificada durante meses es la tranquilidad de que a partir de ahora va a poder hacer lo que le de la gana en prácticamente todos los ámbitos. Llegó al poder si desvelar su programa y la principal promesa ha durado 10 días.

El paquete de medidas aprobados, además, es brutalmente procíclico –o sea que contribuirá a profundizar la crisis-, regresivo porque se concentra en los asalariados, clases medias e incluso menos favorecidas, y se equivoca en cuanto al modelo de crecimiento al podar la I+D y otras políticas de futuro mientras recupera la desgravación fiscal por adquisición de vivienda.

Paul Krugman escribía esta semana que no existe ningún tipo de base empírica o histórica que respalde la llamada austeridad expansionista impulsada por la Alemania de Merkel o los Republicanos estadounidenses, algo rigurosamente desacreditado y que en 2012 puede quedar de nuevo demostrado sobre todo en una Europa camino de la recesión. Recortes del gasto que no mejoran sino reducen la confianza de consumidores y empresarios mientras el consumo y la inversión se hunden en una economía todavía sin liquidez. Recortes como los anunciados por el tándem Montoro-Guindos combinados con una brutal subida fiscal a las clases medias que van a provocar un retraso de la recuperación quizás de años.

La subida fiscal aprobada concentra en el IRPF el 70 por 100 del aumento de recaudación, en los trabajadores, y aunque intenta desviar la atención sobre el fondo de la cuestión elevando nada menos que 7 puntos el último tramo del marginal a la escandinava todo sabemos que ahí no hay nadie, por eso seguiremos presenciando una constante y fluida migración de profesionales hacia la tributación por sociedades que no se toca. Algunos opulentos grupos sociales como los funcionarios o los pensionistas encajan varias medidas, congelación o pérdida de poder adquisitivo real, subida del IRPF, subida del IBI, y ven cerrado el acceso de sus familias a la dependencia o renta de emancipación. Mientras, otros grupos sociales de mayor renta no encanajan ninguna o quizás la subida del IBI aminorada por la recuperación de la desgravación por compra de vivienda. Lo bueno de estar en la oposición es recordar que desde el PSOE defendimos en campaña la necesidad de subir impuestos pero no estos.

Por último el modelo de crecimiento sale tocado, sabemos bien que la desgravación fiscal por compra de vivienda no sirve de mucho, se traslada al precio y equivale a una transferencia de renta al vendedor o promotor, es cara –entre 500 y 1000 millones de € al año- y alimenta el sector que desbocado en su burbuja es responsable de buena parte de lo que nos sucede. Esta es quizás, sin embargo, la única promesa cumplida por Mariano Rajoy cuando hablaba de regresar a 1996, a cuando todo comenzó con el añorado ladrillo. Demasiados errores.